Ganadores y perdedores de la agencia libre

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Pasaron los seis primeros días del periodo 2014 de la agencia libre en la NFL y aquí están algunos ganadores y perdedores, basado en sus altas y bajas (lo cual sólo genera ilusión en marzo, pero no garantiza nada para enero o febrero):

GANADORES

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Perdedores del Super Bowl en febrero, los Broncos nuevamente son noticia en marzo con las contrataciones del esquinero Aqib Talib (Patriots), el ala defensiva DeMarcus Ware (Cowboys), el safety T.J. Ward (Browns) y el receptor Emmanuel Sanders (Steelers).

Por supuesto, Denver ha puesto un acento especial a la defensiva, quizá tratando de imitar a su victimario.

pat-mark-1-web  Además de haber recontratado al receptor Julian Edelman, los Patriots firmaron en la agencia libre a los esquineros Brandon Browner (Seahawks) y Darrelle Revis (Buccaneers), además del receptor Brandon LaFell (Panthers).

Peyton Manning despedazó al perímetro de New England en el Campeonato de la AFC, algo para lo que Bill Belichick parece estar preparado esta vez.

Bucs-mark-1-webSí, los Buccaneers perdieron a Darrelle Revis, pero se rejuvenecieron en la posición de esquinero con la firma de Alterraun Verner (Titans), por cuatro campañas y 26.5 millones de dólares. Tampa Bay también firmó al tackle Anthony Collins (Bengals), al centro Evan Dietrich-Smith (Packers), al ala defensiva Michael Johnson (Bengals), al tackle defensivo Clinton McDonald (Seahawks) y al ala cerrada Brandon Myers (Giants).

Por si fuera poco, el coach Lovie Smith también encontró a su quarterback titular en la agencia libre, cuando firmó a Josh McCown (Bears) por dos años y 10 millones de dólares.

jag-mark-1-webLos Jaguars tenían un objetivo claro en la agencia libre: reforzar la línea defensiva. Y lo lograron con las firmas de dos alas de Seattle: Red Bryant y Chris Clemons, además de Ziggy Hood (Steelers).

En otro movimiento que ayuda a esta causa, Jacksonville recontrató al ala defensiva Jason Babin y al tackle Sen’Derrick Marks. Misión cumplida.

col-mark-1-web Los Colts también pusieron especial atención a su defensiva con las firmas del linebacker D’Qwell Jackson (Browns) y el ala defensiva Arthur Jones (Ravens), además de la recontratación del esquinero Vontae Davis.

Para ayudar al joven Andrew Luck, Indianapolis adquirió al receptor Hakeem Nicks (Giants), y para la línea ofensiva trajeron al centro Phil Costa y al guardia Lance Louis.

PERDEDORES

cow-mark-1-webEn la agencia libre perdieron al receptor Mile Austin, al centro Phil Costa y a los linieros defensivos Jason Hatcher DeMarcus Ware.

Hatcher firmó con Washington, rival divisional de los Cowboys, por cuatro años y 27.5 millones de dólares. 

Lo único que ha firmado Dallas estos días ha sido un par de alas defensivas de bajo perfil: Terrell McClain (Texans) y Jeremy Mincey (Broncos).

panthers-mark-1-webNo recuerdo un equipo que se haya deshecho de todos sus receptores en menos de una semana, pero eso exactamente fue lo que hicieron los Panthers. Ahora son historia Steve Smith (Ravens), Ted Ginn (Cardinals), Domenik Hixon (Bears) y Brandon LaFell (Patriots).

James Jones (Packers) aún está disponible, pero Carolina sólo ha firmado al safety Roman Harper (Saints) y al ala cerrada Mike McNeill (Rams).

¿Alguien podría ayudar a Cam Newton?

sea-mark-1-webVer a un campeón del Super Bowl desmantelarse ya se está haciendo costumbre. Los Seahawks han perdido, hasta ahora, al esquinero Brandon Browner (Patriots), a los alas defensivas Red Bryant (Jaguars) y Chris Clemons (Jaguars), al tackle Breno Giacomini (Jets), al safety Chris Maragos (Eagles), al tackle defensivo Clinton McDonald (Buccaneers), a los receptores Sidney Rice y Golden Tate (Lions) y al linebacker O’Brien Schofield (Giants).

Alcanzaron a recontratar al ala defensiva Michael Bennett por cuatro años y 28.5 millones de dólares, pero sólo han firmado al ala cerrada Travis Beckum, al receptor Taylor Price (Jaguars) y al tackle defensivo D’Anthony Smith.

tex-mark-1-webDespués de la desastrosa campaña que vivieron los Texans en 2013, tal parece que la reconstrucción de este equipo va a tomar algunos años. Houston ha perdido a los linebackers Bryan Braman (Eagles), Evan Frierson, Joe Mays (Chiefs) y Darryl Sharpton (Redskins), al ala cerrada Owen Daniels, al esquinero Brice McCain, a los alas defensivas Terrell McClain (Cowboys) y Antonio Smith (Raiders), al tackle defensivo Earl Mitchell (Dolphins) y al corredor Ben Tate (Browns).

Por el momento, Houston sólo ha firmado al linebacker Paul Hazel (Browns) y al receptor Mike Thomas.

sai-mark-1-webAunque dieron un golpe mediático al firmar al safety Jairus Byrd (Bills) por seis años y 54 millones de dólares, la realidad es que los Saints han sido golpeados por la agencia libre en ambos lados del balón.

Han perdido al esquinero Jabari Greer, a los safeties Roman Harper (Panthers) y Malcolm Jenkins (Eagles), al receptor Lance Moore, al ala defensiva Will Smith y al corredor Darren Sproles (canjeado a Eagles).

Será interesante ver cómo lidia con todas estas bajas el coach Sean Payton, a quien algunos consideran el ‘Bill Belichick de la NFC’.

Artículo: Ware y los Broncos

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Por tercer año en fila podemos señalar a los Broncos como uno de los grandes ganadores en el periodo de la agencia libre. En 2012 firmaron a Peyton Manning, la campaña pasada fue, entre otros, Wes Welker, y ahora DeMarcus Ware.

Cinco semanas después de haber sido aplastados en el Super Bowl por los Seahawks, Denver trata de reconstruir su defensiva de la mano de Ware, quien firmó un contrato por tres años y 30 millones de dólares con los Broncos.

Además de Ware, John Elway -siempre agresivo en la agencia libre- firmó al esquinero Aqib Talib (6 años, 57 millones de dólares), quien brilló la campaña pasada con los Patriots, y al safety T.J. Ward (4 años, 23 mdd).

Elway aprendió que no basta con Peyton Manning para ganar un Super Bowl y que para aspirar a ello se necesita una sólida defensiva… como la de Seattle, por ejemplo.

La firma de Ware parece un maridaje perfecto, pues tanto a DeMarcus como a los Broncos se les agota el tiempo.

Ware es un veterano de 10 campañas y siete veces invitado al Pro Bowl; inició 140 de los 141 juegos de campaña regular en sus primeros nueve años con los Cowboys; totalizó 576 tackleadas, 117 capturas de quarterback, dos intercepciones, 23 pases defendidos, forzó 32 fumbles y recuperó siete.

Pero en Dallas sólo jugó cuatro partidos de postemporada y ni el más optimista le «compra» a Jerry Jones sus sueños de Super Bowl. Por eso su mejor opción era huir de Dallas y firmar con un contendiente.

Ware, de 31 años de edad, llega a Denver después de su temporada más pobre en cuanto a capturas, con apenas seis, en gran parte debido a lesiones y al cambio de la defensa de los Cowboys, de 3-4 a 4-3, forzándolo a debutar como ala defensiva.

En Denver, que también utiliza el sistema 4-3, Ware jugaría como linebacker, al lado opuesto de Von Miller.

Si Miller se mantiene sano y alejado de las sustancias prohibidas por la NFL, esa pareja será una verdadera pesadilla para los quarterbacks, amén de la presencia de Talib en el perímetro.

En el papel, la defensa de los Broncos intimida, y mientras Peyton Manning esté sano, este equipo es superfavorito para, al menos, regresar al Super Bowl.

Sin embargo, volver al Super Bowl una campaña después de haberlo perdido no es algo común en estos días. El último equipo que lo hizo fue Buffalo, en 1993, cuando por segundo año en fila cayó ante Dallas en el juego por el título de la NFL.

Seattle parece tener el talento para volver. ¿Habrá revancha con los Broncos?

Turnovers, el objetivo de Cowboys

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Es sólo un juego de pretemporada -de hecho, el primer juego de pretemporada- pero Monte Kiffin y la defensiva de los Cowboys deben sentirse satisfechos, pues uno de los objetivos para la campaña 2013 comienza a cumplirse: turnovers.

Dallas fue uno de los peores equipos de la NFL en 2012 en cuanto a intercambios de balón generados, con apenas 7 intercepciones y 9 fumbles recuperados. Anoche, en el tradicional Juego del Salón de la Fama, los Cowboys ganaron 2-0 la batalla de los turnovers a Miami, con un fumble recuperado y una intercepción, que se convirtieron en 14 puntos. Dallas ganó 24-20 en Canton, Ohio.

En la primera ofensiva de los Dolphins, un mal intercambio de balón entre el quarterback Ryan Tannehill y el corredor Lamar Miller se convirtió en un fumble, recuperado por Nick Hayden en la yarda 9 de Miami.

Cuatro jugadas más tarde, los Cowboys ya ganaban 7-0.

En el segundo cuarto, el linebacker novato DeVonte Holloman regresó una intercepción 75 yardas hasta las diagonales para darle a Dallas ventaja de 17-0. El pase fue del suplente Matt Moore, quien buscaba a Chad Bumphis. El balón golpeó las manos del receptor de Miami y un atento Holloman atrapó el rebote y corrió escoltado hasta el touchdown.

En un partido en el que descansaron muchos titulares (entre ellos Tony Romo), Bill Callahan, el coordinador ofensivo de los Cowboys y nuevo responsable de las llamadas del ataque texano, se recargó en el juego terrestre y pidió 34 carreras, que se convirtieron en 170 yardas de Dallas. Joseph Randle  fue líder del equipo del coach Jason Garrett con 13 acarreos y 70 yardas; le siguió Phillip Tanner, con 59 yardas y un touchdown.

El titular en el backfield, DeMarco Muray, no jugó y los Cowboys promediaron 5.0 yardas por intento.

Nada mal… aunque sólo haya sido un juego de pretemporada.

Monte Kiffin fue contratado por Jerry Jones para suplir a Rob Ryan como coordinador defensivo. Kiffin ha instalado una defensa 4-3, cuyo objetivo es generar más intercambios de balón.

Al Kiffin menos comenzó su paso por Dallas con el pie derecho.

La gran incógnita: NFC Este

nfc-eastDALLAS COWBOYS

Altas clave: S Will Allen, LB Justin Durant, DL Anthony Hargrove, TE Dante Rosario, C Travis Frederick (novato) y TE Gavin Escobar (novato).

Bajas clave: LB Victor Butler, DE Kenyon Coleman, LB Dan Connor, CB Mike Jenkins, RB Felix Jones, P Brian Moorman, WR Kevin Ogletree, TE John Phillips, S Gerald Sensabaugh y DE Marcus Spears.

LA GRAN INCÓGNITA: ¿Podrá la dupla Garrett-Romo ganar más de ocho juegos?

…Y entonces, Jerry Jones le dio una extensión de contrato por seis años y 108 millones de dólares a Tony Romo. Luego, el dueño de los Cowboys dijo que quiere que Romo dedique más tiempo al football, “el tiempo que Peyton Manning le dedica al trabajo”.

Definitivamente ese dinero va a motivar a Antonio Ramiro para pasar más tiempo en el trabajo, pero definitivamente ese dinero no lo convierte en Peyton Manning, por más horas que pase en Valley Ranch.

Lo que está claro es que Jones está más que satisfecho con Romo, pero no se puede decir lo mismo del coach Jason Garrett, quien podría acompañar en las bandas a los Cowboys por última vez en 2013 (aunque Jerry insista en que no se está jugando la chamba).

En 2011 y 2012, los dos años completos de Garrett como head coach, Dallas ha terminado con marca de 8-8, y en ambas temporadas los Cowboys perdieron el boleto a los Playoffs en el último juego del calendario regular ante un rival divisional.

La campaña pasada, aunque terminaron con la ofensiva total 6, el ataque terrestre de los Cowboys fue el 31 de la NFL (promedio de 79.1 yardas por juego). Sólo el de Arizona fue peor.

En 2013, Garrett debe encontrar la manera de balancear la ofensiva de Dallas y no dejarle tanta responsabilidad a Romo, quien la temporada pasada tuvo dos juegos en los que lanzó 62 pases (ambos los perdió) y otro seis en los que intentó 40 o más.

Ahora será el coordinador ofensivo, Bill Callahan, el encargado de llamar las jugadas. En su época con los Raiders, Callahan ponderaba el ataque terrestre y se espera que haga lo mismo en Dallas.

Hay quien piensa que ese fue el primer paso en el adiós de Garrett y que Callahan es el candidato natural para quedarse como coach de los Cowboys a partir de 2014, en caso de un nuevo fracaso.

Nada de eso sucederá si Garrett, Romo y los Cowboys son capaces no sólo de ganar más de ocho juegos en 2013, sino de darle a Dallas un boleto de regreso a los Playoffs.

NEW YORK GIANTS

Altas clave: K Josh Brown, K David Buehler, LB Dan Connor, LB Aaron Curry, LB Kyle Bosworth, DT Cullen Jenkins, CB Trumaine McBride, S Ryan Mundy, WR Louis Murphy, TE Brandon Myers, QB Curtis Painter, DT Mike Patterson, CB Aaron Ross y OT Justin Pugh (novato).

Bajas clave: TE Martellus Bennett, LB Chase Blackburn, LB Michael Boley, RB Ahmad Bradshaw, DT Chris Canty, WR Domenik Hixon, S Kenny Phillips y DE Osi Umenyiora.

LA GRAN INCÓGNITA: ¿Cómo queda la defensiva después de tantas bajas?

Una cirugía en la espalda ha causado la baja momentánea del ala defensiva Jason Pierre-Paul, cuyo periodo de recuperación es, mínimo, de 12 semanas. Se estima que esté listo para el inicio de la campaña regular, pero el coach Tom Coughlin prefiere no ser tan optimista.

Otro doloroso golpe a la defensiva de los Giants, que en la agencia libre perdió a los linebackers Chase Blackburn y Michael Boley, al tackle Chris Canty, al safety Kenny Phillips y al ala Osi Umenyiora.

Mathias Kiwanuka es el indicado para suplir a Pierre-Paul y hacer mancuerna con Justin Tuck en los extremos de la frontal.

La pérdida de Umenyiora se magnifica, pues Pierre-Paul fue el líder en capturas de quarterback la temporada pasada, con 6.5. Umenyiora fue segundo en el equipo con 6; Tuck tuvo cuatro; Blackburn tres, y Canty otras tres.

Kiwanuka también sumó tres capturas.

La defensiva de los Giants fue una de las peores (31) de la NFL en 2012 al aceptar 383.4 yardas por juego; 129.1 por tierra y 254.3 por la vía aérea.

Coughlin confía en el coordinador defensivo Perry Fewell, con quien trabajó cinco campañas en Jacksonville, pero no aceptará que su defensa nuevamente sea una de las peores de la Liga.

Presionar al quarterback debe ser una prioridad, pero los Giants no firmaron a nadie en la agencia libre con esa habilidad y la lesión de Pierre-Paul sólo añade incertidumbre.

PHILADELPHIA EAGLES

Altas clave: LB Emmanuel Acho, LB Connor Barwin, TE James Casey, S Patrick Chung, CB Bradley Fletcher, P Donnie Jones, RB Felix Jones, S Kenny Phillips, LB Jason Phillips, NT Isaac Sopoaga, CB Cary Williams, OT Lane Johnson (novato) y QB Matt Barkley (novato).

Bajas clave: CB Nnamdi Asomugah, T King Dunlap, QB Trent Edwards, DT Cullen Jenkins, LB Akeem Jordan, DT Derek Landri, P Mat McBriar, TE Evan Moore, DT Mike Patterson, CB Dominique Rodgers-Cromartie y DE Darryl Tapp.

LA GRAN INCÓGNITA: ¿Funcionará la ofensiva de Chip Kelly en la NFL?

La “spread-offense” que tanto éxito le significó a Chip Kelly con los Ducks en Oregon, ha llegado a la NFL.

Read-option, pases cortos, pantallas con los receptores y no-huddle, son sólo algunos de los elementos de una ofensiva que causó centenares de dolores de cabeza en el football de la NCAA. La clave está en la velocidad.

En Oregon, Kelly tenía un equipo bajo de estatura, pero rapidísimo. Desde el quarterback, hasta la línea ofensiva, los corredores y, por supuesto, los receptores, todos eran jugadores veloces que representaban ventajas en los duelos uno a uno con los defensivos.

La idea no suena mal, pero hay quien duda que Kelly sea capaz de trasladar exitosamente su “spread-offense” a la NFL.

“Es fácil decir, ‘sí, funcionó en el colegial’”, dijo Ron Jaworski, ex quarterback de Eagles y analista de ESPN. “Pero la NFL es una liga diferente, con jugadores muy rápidos que tienen toda la semana para prepararse. A nivel colegial, tienes 20 horas para prepararte para esa ofensiva de Oregon. Y si quitas las tres horas del partido, te quedan 17 horas en una semana para practicar y prepararte para ese estilo de ofensiva. En la NFL estos tipos trabajan 17 horas al día. Al día, no a la semana, para prepararse, así que no hay secretos”.

Jaworski duda que únicamente con pases cortos los Eagles sean capaces de ganar partidos en la NFL.

Cierto. Al menos con los Ducks, el ataque de Kelly no incluía muchos pases de 25 yardas o más. Eso no quiere decir que no los incorporará en Philadelphia.

Lo único que sabemos es que no sabemos cómo será la ofensiva de Eagles con Kelly al mando. Sabemos que será agresiva y que, por supuesto, tendrá rasgos y conceptos de la que usó en Oregon.

Michael Vick será el quarterback titular y el receptor DeSean Jackson podría ser uno de los elementos que más luzcan en el ataque de Kelly.

Ya falta poco para conocerla.

WASHINGTON REDSKINS

Altas clave: CB E.J. Biggers, NT Ron Brace, C/G Kevin Matthews, DE Phillip Merling, LB Darryl Tapp, T Jeremy Trueblood, QB Pat White,  CB David Amerson (novato) y S Bacarri Rambo (novato).

Bajas clave: LB Lorenzo Alexander y CB D.J. Johnson.

LA GRAN INCÓGNITA: ¿Protegerá Shanahan a RG3 con una ofensiva convencional?

Todavía no se borra de la memoria aquella jugada en la que Robert Griffin III terminó de lesionarse los ligamentos de la rodilla, en Playoffs ante los Seahawks.

Es hora en la que muchos siguen cuestionando a Mike Shanahan, coach de los Redskins, por haber permitido jugar al entonces quarterback novato, arriesgándolo a una lesión que pudo poner en peligro su carrera como profesional.

Desde entonces, RG3 fue operado exitosamente y ya entrena con el resto de sus compañeros, aunque no al 100%. Aún usa una aparatosa y moderna rodillera mecánica, pero puede “plantarse” y lanzar el balón.

Shanahan no ha confirmado ni negado si va a seguir usando la ofensiva “read-option”, en la que RG3 es prácticamente un corredor más (120 intentos, 815 yardas, promedio de 6.8 y 7 touchdowns). Eso, por supuesto, significarían más golpes en campo abierto para Griffin III. Los golpes más fuertes.

Por momentos en la campaña 2012 Shanahan recurrió a una ofensiva más convencional, con elementos de la West Coast, pero que él bautizó como la “East Coast”. Ello le ahorraría muchos golpes a RG3 quien, dicho sea de paso, debe aprender a deslizarse y evitar contacto innecesario, particularmente cuando “rompe” la línea de scrimmage.

Hay que recordar que los Redskins cuentan en el backfield con Alfred Morris, quien corrió para 1,613 yardas en 2012, con promedio de 4.8 y 13 touchdowns. Morris se adaptó inmediatamente al bloqueo de zona que tanto le gusta a Shanahan y se convirtió en el robo del Draft.

Es probable que RG3 no juegue en la pretemporada y que Shananan no devele sus planes hasta el inicio de la campaña regular, pero algo debe hacer para proteger a la nueva cara de la franquicia.

No es un secreto que los Redskins irán tan lejos como los lleve Robert Griffin III, y sería lamentable que se lesionara nuevamente por la necedad de hacerlo correr en una ofensiva read-option que, además, estará más que estudiada por las defensivas.

Shanahan tiene la palabra.

El «espaldarazo» de Jerry Jones

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En el futbol mexicano es un clásico: cuando el dueño del equipo le da el “espaldarazo” a su director técnico en tiempos difíciles, lo que realmente hace es ponerle la soga al cuello, porque más temprano que tarde lo va a correr.

Los ejemplos sobran, pero creo que basta con mencionar a Jorge Vergara. Si eres el entrenador de Chivas y el dueño habla bien de ti, mejor comienza a hacer maletas, porque eso significa que ya tienes un pie fuera del Guadalajara.

Con toda proporción guardada (porque vaya que lo amerita), a eso me sonó el “apoyo” que el sábado mostró el dueño de los Cowboys, Jerry Jones, cuando habló del coach Jason Garrett.

“Veo a futuro con Jason y no solamente hasta el final de su contrato”, dijo Jones en su ya tradicional conferencia de prensa para dar el banderazo de salida al training camp de sus Cowboys. Y negó una y otra vez que la campaña 2013 sería la última de Garrett si no es capaz de calificar a los Playoffs.

En poco más de dos campañas como coach en Dallas, Garrett tiene marca de 21-19, incluidas dos temporadas -2011 y 2012- con récord de 8-8 y en las que perdió en la última semana el boleto a Playoffs. Hace dos años fue ante Giants y en diciembre ante Washington.

¿En serio Jerry no hará cambios si Dallas se queda en la orilla por cuarto año en fila?

Desde 1998, los Cowboys tienen marca de 123-113 y desde el Playoff Divisional de la campaña 1995 tienen el nada decoroso récord de 1-7 en postemporada. El único triunfo vino en 2009, cuando en el Wild Card vencieron 34-14 a Philadelphia en el Cowboys Stadium.

En el vocabulario de Jones siempre están estas dos palabras: “Super Bowl”. A su entender él ha armado equipos para pelear por el Vince Lombardi, pero los coaches y jugadores se han quedado cortos.

Y por eso ha tenido que hacer cambios.

Hace poco anunció que Garrett ya no sería el responsable de mandar las jugadas desde la banda. Esa responsabilidad es ahora del coordinador ofensivo, Bill Callahan.

Antes despidió al coordinador defensivo Rob Ryan y en su lugar trajo a Monte Kiffin, quien no solamente cambiará a una defensiva 4-3 sino a un sistema más conservador.

Se supone que ahora Garrett podrá concentrarse más en el equipo, en lo general y no en lo particular. Como sea, su estadía en Dallas depende de Tony Romo, el nuevo millonario de los Cowboys.

Jerry le dio a Romo un nuevo contrato por seis campañas y 108 millones de dólares, 55 de ellos garantizados. Ahora espera que su quarterback se convierta en el “Peyton Manning” de Dallas, y eso incluye no sólo más compromiso de su parte sino hasta involucrarse en el plan de juego semana a semana.

En resumidas cuentas, lo que Jones hizo en estos meses fue quitarle poder a su coach y dárselo a su quarterback.

Y la pregunta obligada es: ¿realmente están los Cowboys listos para el Super Bowl?, ¿tienen con qué volver a Playoffs?

Eso dependerá de cuánto tiempo le tome a la defensiva ajustarse a los cambios y cuántos intercambios de balón produzca (el año pasado fueron apenas 7 intercepciones, lo más pobre en la Liga junto con Kansas City). Y no nada más es eso: Dallas necesita más producción de su ataque terrestre (penúltimo en la NFL en 2012) y, claro, mejores decisiones de Romo (36 capturas la campaña pasada, lo más alto en su carrera), particularmente al final de los partidos.

Demasiadas condiciones para un equipo que últimamente se ha convertido en su peor enemigo y que más frecuentemente encuentra la manera de perder que la manera de ganar.

Jerry Jones dijo lo políticamente correcto, pero él y todos sabemos que Jason Garrett sí se va a jugar la chamba en la temporada 2013.

Si no hay Playoffs, el dueño de los Cowboys estará en busca de su octavo coach desde 1989, cuando le dio las gracias a Tom Landry para poner en su lugar a Jimmy Johnson, su primer y único acierto en ese rubro. Hasta ahora.